¿Sabes?, te odio.
Odio como hablas,
odio cuando ries,
odio cuando me miras…
odio tus ojos, pues me hacen sentir
que todo es posible.
Pero lo que más odio de ti
es que eres la razón de mi vivir,
la razón por la que río,
la razón por la que lloro,
la razón por la que sigo creyendo que es posible.
Te amo… pero odio amarte,
pues estás tan lejos…
¡Qué pobre de mi que odio la distancia…
y no hecho cuenta al tiempo!
Pero dime, ¿que hago? Si te odio, y a la vez te amo.
Volviste a mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario